Por Rosemberg Franco
Candidato a Mg. psicología educacional PUC
Sería pertinente preguntarse, ¿aún se está dictando la hora de orientación? Y si es así, ¿qué se está abordando en ese espacio? ¿aún es una prioridad del profesor jefe generar una comunidad de curso?
En la actualidad la tecnología está siendo la respuesta que todos los sistemas educativos del mundo están empleando ante la crísis provocada por el coronavirus.
Lo que trae como positivo no solo el uso de la tecnología, sino también el desarrollo de habilidades digitales, habilidades que han sido tan recomendadas y poco tomadas en cuenta por muchos docentes, directivos pedagógicos y apoderados. Hoy en día, nadie podría reusarse a usarlas porque eso implicaría un aislamiento laboral, académico y recreativo.
Volviendo a los sistemas educativos, en especial al chileno, es sorprendente ver cómo las prácticas pedagógicas y los entornos cambian, pero las creencias se mantienen. Se preguntarán a qué creencia me refiero, pues a la de, “a la escuela se va a aprender” y, ¿qué se de debe aprender? pues matemáticas, lenguaje, ciencias naturales, etc.
En mi experiencia cercana, he visto cómo se recomienda a los profesores dar sus clases online. Qué recursos digitales usar y cómo evaluar los conocimientos. Pero, es menos frecuente ver recomendaciones sobre cómo emplear los ambientes digitales para promover habilidades socioemocionales en los estudiantes.
El año escolar apenas iniciaba cuando se decretó el aislamiento preventivo ¿Se habrá logrado en ese poco tiempo la consolidación de esa comunidad de curso? No es el espacio para mencionar el rol que tiene la escuela en los procesos de socialización y cómo la vinculación docente-estudiante puede influir en los patrones de apego que tienen los estudiantes, pero sí es el espacio de afirmar que seguramente muchos estudiantes se siguen comunicando a través de grupos de whatsapp, o se comentan sus historias de Instagram, o se retan a hacer videos en Tik Tok, lo que podría promover menos cohesión grupal entre todo el grupo y distanciamiento con otros estudiantes que no pertenecen a estos grupos. Ni mencionar los estudiantes nuevos que no logran consolidar un grupo de amigos.
En este espacio no se trata de persuadir al profesor jefe de prohibir los subgrupos o agregar a sus estudiantes a sus redes sociales para participar en los retos, sino invitarlo a intencionar un encuentro semanal con su curso que permita el reconocimiento de todos como una comunidad, usando como excusa la cuarentena para conocer las emociones que sucitan en ellos y ellas el no poder salir. Este diálogo moderado no solo permitirá orientarlos en las formas adecuadas de expresarnos por medios digitales sino que facilitaría al desarrollo de la empatía al descubrir que otros de mis compañeros están experimentando lo mismo que yo, este encuentro tan básico que se da de forma casi naturalizada en la escuela debe intensionarse en lo digital.
Para muchos profesores que ya han tenido este espacio, quizás pueda ser útil empezar a traer los challenges (retos), el uso de Tik Tok y/o las tendencias en Twitter al encuentro, intencionando la discusión en la superación de prejuicios y así aportar a la formación de una cuidadanía global.
Para los que deseen empezar este encuentro desde la identificación de las emociones de sus estudiantes ante la cuarentena, les recomendamos revisar con ellos el siguiente atlas de las emociones http://atlasofemotions.org/ .
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